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La semana pasada se suspendieron las actividades en la Cámara, y las diputadas y diputados asistieron al Congreso tan solo los días martes y miércoles para votar todos los temas de seguridad. Así, las miradas estuvieron dirigidas hacia la tramitación de la Ley Naín-Retamal, la cual finalmente fue aprobada, por lo que es ahora el Senado el cargado de pronunciarse -a partir de este martes- respecto a una iniciativa que ha generado debates, dado que entrega presunción de uso justificado de la arma de servicio a los funcionarios policiales (legítima defensa privilegiada) en tres escenarios: cuando actúen en defensa propia, de terceros o bien para impedir un delito.
La preocupación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, sumado al malestar de un sector considerable de las bancadas oficialistas, gatilló que el Gobierno finalmente optara por resignarse a su aprobación, dejando en manos del Senado- incluida una serie de indicaciones que pretenden modificar el proyecto- el futuro de una iniciativa que cuenta con el respaldo mayoritario de la derecha. La legítima defensa privilegiada es, probablemente, hoy el principal punto de conflicto, que ya está siendo discutido- primero en la Comisión de Seguridad y luego en Sala- y que el oficialismo espera que sea resuelto cuanto antes.
En ese escenario, de constante conflicto y confrontación entre visiones ideológicas y diseños partidarios, actores como el Partido de la Gente (PDG) se tornan inesperados protagonistas, más allá de los propios problemas internos que causaron la desintegración de su bancada y la renuncia de la mayoría de sus diputados. Con menos de dos años de vida, la colectividad se ha transformado en una considerable fuerza política, siendo el segundo partido con mayor cantidad de militantes en todo el país (45 mil), después del Partido Comunista. Y si bien los conflictos personales y mediáticos de su fundador y excandidato presidencial, Franco Parisi, pudiesen haber afectado de alguna u otra manera a la imagen pública de la tienda, siguen apostando a consolidarse como una alternativa seria, con foco en las próximas elecciones de consejeros constitucionales y, sobre todo, en las elecciones municipales de 2024.
Al respecto, en diálogo con El Mostrador, el aún diputado de la bancada del Partido de la Gente (PDG), Rubén Oyarzo, se refirió a la postura de su partido frente a la contingencia por la crisis de seguridad, pero también reflexionó sobre las proyecciones políticas de su tienda, asegurando que si bien reconoce a Franco Parisi como líder natural, hoy también apuestan por potenciar a nuevos liderazgos. El parlamentario dijo que la decisión de Chile Vamos de bajarse de la Mesa de Seguridad “fue percibido por la gente como una pésima señal”, y si bien asegura que su partido no es de derecha, no dice tener problemas de dialogar o tender puentes con ningún sector político. “Estamos dispuestos a conversar con todos, desde republicanos a comunistas”, afirmó Oyarzo.
-¿Cuál es la postura del PDG frente a la Ley Naín-Retamal y la agenda de seguridad que se discute en el Congreso?
-Nosotros vemos que el tema de seguridad, si no fuera por eta lamentable tragedia que le sucedió a la sargento Rita Olivares, habría avanzado lento. Vemos que hay temas importantes que nos preocupan del Partido de la Gente (PDG), como por ejemplo el diputado Rivas estuvo insistiendo en la defensoría de las víctimas, que es una arista donde tampoco se avanza. Nosotros hemos presentado iniciativas, tal como el proyecto de seguridad escolar, que se presentó en abril del año pasado, y que todavía estamos esperando que el Gobierno le ponga urgencia. Hay, además, un proyecto que aumenta y agrava las penas en delitos que se cometan en centros comerciales, y el Gobierno tampoco le ha dado urgencia, y ni siquiera se ha tramitado en la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara.
Entonces, en realidad estamos siendo muy reactivos a la contingencia: hoy día la seguridad es la principal prioridad de la ciudadanía. En el distrito, en Maipú, Cerrillos, Pudahuel o Estacional Central, la gente me dice que requieren de más carabineros y de mayor seguridad, pero lamentablemente tienen que ocurrir estas tragedias para que como Estado- en su concepto de Estado, sin echarle la culpa tan solo al Gobierno actual- reaccionemos.
-¿Qué le parecen las indicaciones que presentó el Gobierno para la tramitación de dicho proyecto en el Senado, y la presión de sectores como Apruebo Dignidad para desistir de algunos de sus elementos, tal como la legítima defensa privilegiada?
-Obviamente que ahí hay anteojeras ideológicas que no permiten avanzar en temas de seguridad, y lamentablemente cuando se entromete la ideología, quien pierde es el país y la ciudadanía. Porque insisto, lamentablemente ya en marzo ya llevamos dos muertes de carabineros, en una institución que se maltrató de parte de estos mismos sectores políticos que hoy día, por ideología, no quieren avanzar en materia de seguridad.
-En tanto, y considerando que hace tres meses -en plena crisis de seguridad-, Chile Vamos se restó de la Mesa de Seguridad convocada por el Ministerio del Interior ¿Cómo observa el planteamiento de la derecha frente a esta crisis?
-Primero, yo no puedo hablar por la derecha porque no pertenezco a la derecha. Somos un partido de centro, cercano a la gente, y no somos oposición ni tampoco somos oficialismo. Entonces, en ese sentido, yo no puedo hablar por la derecha. Ahora bien, insisto en que nosotros hemos presentado proyectos en tema de seguridad desde abril de 2022, que a la fecha todavía no se le ha puesto urgencia. Pasaron ocho meses y avanzó tan solo 1 proyecto de Ley, que es el de infraestructura crítica; y recién en diciembre del 2022 se empezó a dar urgencia a ciertos proyectos, pero porque la crisis era la peor que estaba viviendo el país después de 30 años. Entonces, insisto que más que poner trabas, acá debemos ponernos a trabajar y tener la voluntad de colaborar y dialogar para llegar a acuerdos. Nosotros no nos bajamos de la mesa de seguridad del Gobierno, nosotros nos mantuvimos porque creemos firmemente en que debe existir una defensoría para las víctimas, que sea eficaz, eficiente y moderna. Nosotros creemos en que las fiscalías se tienen que modernizar, y a las policías entregarle todas las facultades y herramientas para que puedan hacer su trabajo de la mejor forma posible.
-Pero, ¿Cree que fue una mala señal de parte de Chile Vamos el restarse de dicha instancia en ese momento determinado? ¿Qué le parecen aquellos sectores que buscan capitalizar en términos políticos, la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado?
-Creo que el hecho de que Chile Vamos se bajara de la mesa de seguridad, fue percibido por la gente como una pésima señal, porque aquí tenemos que llegar a acuerdos, buscando colaborar y dialogar, y no restarnos para llegar con soluciones en temas de seguridad para la gente. De hecho, ningún sector político puede pretender llevarse la seguridad para la casa o negarse a discutir temas de seguridad.
La seguridad no es de izquierdas ni de derechas. Lo que sí es claro es que el Gobierno da una mala señal con los indultos, y eso también repercute en su gestión. Al respecto, nosotros como PDG criticamos el indulto de forma tajante, pero sin embargo no nos bajamos de la mesa, porque la prioridades del país son, precisamente, la seguridad, la economía, la migración ilegal, entre otras. Y de eso no nos podemos restar, porque debemos ofrecer soluciones concretas hoy día, y ese es el problema de Chile, que si los sectores políticos se restan para debatir y para legislar- que es nuestro trabajo-, lamentablemente el país no avanza.
-¿Considera que las próximas elecciones de consejeros constitucionales, el PDG se juega gran parte de su peso político? ¿Es el proceso constituyente la instancia idónea para crecer como partido? ¿Observa falta de interés en el proceso por parte de la ciudadanía?
-Lo primero es dejar claro que nosotros somos una alternativa real de gobernabilidad, y somos además el segundo partido político más grande a nivel nacional, con más de 45 mil militantes en todo Chile. Para estas elecciones, llevamos candidatos en todas las regiones del país, excepto la Región de Valparaíso, y creo que somos una alternativa política real para la gente. Ahora bien, y sin discutir que este proceso constituyente es importante, para la gente la verdad es que creo que no ha sido tan relevante, lo que se ve reflejado en las encuestas es que la ciudadanía no está muy informada, y no se ha generado demasiada expectación en este nuevo proceso. Entonces, para nosotros lo más importante en cuanto a elecciones públicas serán las municipales, y ahí es donde nosotros vamos a jugar 100% nuestras cartas. Ahora, si me pregunta sobre si esto es importante, creo que sí es importante, y al PDG le va a ir bien en este proceso, yo estoy seguro de eso porque se percibe en la calle. Pero sin embargo, creo que aquí falta un poquito más de acercarnos a la fecha para que la gente se entusiasme mayormente.
-¿En qué se basa dicho positivismo de cara a este proceso constituyente? ¿Cuál es su ventaja, en relación a los partidos tradicionales de oficialismo y oposición?
-Yo estoy seguro de que al PDG le va a ir bien, porque nosotros estamos conectados con la gente, tenemos cercanía a la ciudadanía- cosa que otros partidos no tienen-, y que además usamos la herramienta de la democracia digital, que para nosotros como partido político es muy importante, considerando que somos el único partido que utiliza esta herramienta, la cual volveremos a usar en este proceso.
-Hace poco tiempo se hablaba del PDG como “el partido de Franco Parisi”, ¿Sigue siendo así? ¿Qué tan relevante es el rol del economista al interior de la colectividad?
-Si bien Franco Parisi es nuestro líder natural, y eso es indiscutible, en el partido estamos viendo también muchos liderazgos regionales, locales y dentro del partido a nivel nacional. Hay muchos liderazgos que nosotros queremos destacar y que tenemos que hacerlos conocidos, porque somos un partido nuevo (llevamos recién 1 año), pero tenemos muchos líderes a nivel nacional que son importantes.
– Finalmente, ¿Por qué cree que hay muchos que sindican al PDG como un partido de derecha? ¿Cree que es posible construir un proyecto político serio, más allá del entusiasmo generado a partir de su aparición en la esfera política? ¿Con quienes no estarían dispuestos a aliarse?
-A mí me han tratado desde “facho pobre” a comunista, lo que creo que de algún modo grafica aquella situación. Pero creo que más allá de eso, nosotros somos un partido de centro, que buscamos conectarnos con la ciudadanía a través de instancias como la democracia digital. Porque estar en sintonía con las personas es la esencia del partido, y no nos encasillamos ni en la izquierda ni en la derecha, porque nosotros creemos en un Estado por el bien común, y no con la ideología y sus partidos políticos
Por su parte, lo de las alianzas se verá en su minuto. Por ejemplo para este proceso constituyente no fuimos con ninguna alianza, pero hablamos con todos los partidos políticos, entonces eso se verá cuando corresponda, y no nos cerramos a nada porque nosotros conversamos con todos, desde la izquierda hasta la derecha, todo el espectro político. No tenemos sesgo político para hablar, o con republicanos o con comunistas
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