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El senador por la región de Antofagasta, Esteban Velásquez (FRVS), se refirió a las medidas a tomar por parte de las autoridades locales y de Gobierno ante las dos balaceras que afectaron anoche a la comuna de Calama, que dejó un saldo de cinco heridos y dos muertos: uno de ellos, abatido por personal de Carabineros tras una persecución policial horas después de los hechos.

El parlamentario comentó que durante las próximas horas la ministra y el subsecretario del Interior, Carolina Tohá y Manuel Monsalve, anunciarán la fecha de su visita a la localidad, para abordar la aceleración de las medidas de seguridad en la zona. Según Velásquez, ambos “han comprometido adelantar la intervención de seguridad en Calama: ya sea el Plan Calles Sin Violencia y otros dispositivos de seguridad. Una vez que viajen a Calama lo van a coordinar con la autoridades locales”.

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Respecto a los motivos tras los sucesos, que el alcalde de Calama, Eliecer Chamorro, sostuvo se relacionarían con un presunto ajuste de cuentas por parte del familiar de una persona apresada, el parlamentario indicó que otra de las hipótesis que se manejan es que los ataques en el terminal de buses, a pocas cuadras de la comisaría, sería el objetivo de las balaceras: “tenía información de que el ataque (a Carabineros) se habría ocupado como un distractor, porque luego venía la balacera y la intención de ejecutar esta confrontación de bandas”.

“Otra es que hubiese alguna situación de algún Carabinero en especial, y un cobarde ataque a las comisarías como una forma de vendetta, de desquite, de atentar y atemorizar a Carabineros. Esto está en plena investigación, no obstante, no lo podría asegurar”, enfatizó el senador.

Otros parlamentarios como Jaime Araya y la senadora Paulina Núñez hicieron un llamado a tener presencia de Fuerzas Armadas en la zona, mediante la ley de infraestructura crítica y con el monitoreo de barrios afectados. Ante esto, Velásquez expresó que “si al Gobierno le parece pertinente, pues ellos tienen mayor información para ser responsables, y les parece que se puede aplicar en Calama, por supuesto que me parece oportuno”.

“No se debe descartar ninguna herramienta, ningún instrumento constitucional que pueda ayudar a enfrentar esta crisis social que vive el país. Los que estamos en responsabilidades políticas debemos tener la templanza para conducir estos procesos y no para entorpecer a veces con declaraciones destempladas”, apuntó el ex alcalde.

¿Con qué lineamientos usted planea abordar la conversación con la ministra Tohá y el subsecretario Monsalve?

La propuesta es que se adelanten las intervenciones de esos planes de seguridad. Y me parece que lo de fondo también es cómo prevenimos a futuro, para no estar repitiendo esto en 5 10 15 años más. Eso implica mucha inversión en el ámbito social a ciudades como Calama: hay que desarrollarla. Invertir en educación implica, por ejemplo, que la ciudad tenga una universidad estatal. Calama es la única ciudad que no tiene una universidad estatal, y tiene más de 200,000 habitantes.

El alcalde señaló que el plan Calles sin violencia era un avance, pero insuficiente ¿qué medidas concretas, a su juicio, se deben tomar para fortalecer la seguridad en la comuna?

Yo diría que hoy en día no hay ninguna fórmula mágica que de un momento para otro dé cuenta y termine este nivel de crimen. No obstante adelantar estos planes de gobierno, que implica recursos económicos y materiales sin duda que puede fortalecer esa lucha contra un crimen que está desatado en todo el país, como líder social y particularmente en comunas como Calama.

¿Cómo responde a las declaraciones que hizo el presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, que fue crítico respecto a la suspensión de clases en la comuna?

Soy partidario de que a la brevedad la ciudadanía pueda tomar la normalidad, pero sin duda eso pasa por señales también que deban entregar las autoridades nacionales, regionales y especialmente locales. Porque claro, comparto con el presidente Colegio de Profesores que no debiera ser eso lo que se normalice, sino por el contrario, los que deberían estar preocupados hoy en día preocupados, y ojalá pronto capturados son los delincuentes.

Respecto a las consecuencias en las industrias, que tanto usted como el alcalde han apuntado, ¿no sería un poco cuestionable hacer un llamado a la paralización condicionando ambos temas, es decir, seguridad y la importancia económica de la zona?

Es que cuando hay una situación de este orden, no una vez sino que en muchas ocasiones -el año pasado hubo 14 homicidios en Calama, hoy día van 10 homicidios-, y en las características, enfrentamientos, baleos, salen heridos civiles, todo esto lleva a que la ciudadanía entre en actos de desesperación, y en esta organización ciudadana algunas de las situaciones que surgen es la movilización: las marchas de por medio, los paros ciudadanos. Yo creo que no está el ánimo de querer entorpecer nada, pero sin duda colateralmente se va a provocar un daño a la economía del país.

¿Pero a nivel de autoridades, manifestarse a favor de esto como en cambio de otro no sería cuestionable?

Es que no ha sido así, no ha sido una cuestión de cambio de otra: yo fui alcalde de dos periodos y en muchas ocasiones nos manifestamos en términos ciudadanos, pero es cuando los poderes no te escuchan: los poderes políticos, los poderes económicos, los poderes que definen, los que te entregan la posibilidad de financiar desarrollo.

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