El Gobierno del Presidente Gabriel Boric sufrió un muy duro revés este miércoles en la Cámara de Diputadas y Diputados, al ser rechazada la posibilidad de discusión de la reforma tributaria, uno de los proyectos considerado clave para que el oficialismo impulse reformas emblemáticas como la de pensiones. Dentro de los que rechazaron y entre los que no se presentaron a votar, a pesar de estar en la Sala, estuvo la independiente Pamela Jiles, conocida por ser una impulsora del sexto retiro de fondos de pensiones.
En La Moneda temen que, con este rechazo a la reforma tributaria, aumenten los apoyos que puede recibir un nuevo retiro, sobre todo si la ciudadanía lo demanda –o eso hace creer Jiles–, por lo que se pondría presión extra a un Ejecutivo que tiene una compleja agenda de demandas por la amenaza de una recesión y el alto costo de la vida. De hecho, a un año del rechazo al quinto retiro, un grupo de parlamentarios está intentando reimpulsar la iniciativa que tuvo éxito en el Parlamento en tres ocasiones anteriores.
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Por tal motivo, en el Ejecutivo y en el oficialismo ya están moviéndose para alinear a sus parlamentarios con un mensaje claro: el proyecto de sexto retiro de los fondos de las AFP es inviable y se tiene que rechazar de todas maneras.
Desde el Socialismo Democrático, el senador PPD por la Región de Valparaíso, Ricardo Lagos Weber, planteó la necesidad que el oficialismo evite a toda costa un posible nuevo retiro de fondos de pensiones, pues –a su juicio– la situación actual del país es “distinta” a la que había al inicio de la pandemia. Al respecto, el parlamentario enfatizó que un sexto retiro de las AFP sería un “problema para la economía del país” y que perjudicaría el futuro de muchos chilenos. “El Gobierno ha tenido una sola línea respecto a esto. El oficialismo se debe ordenar. La primera decisión es política”, apuntó el senador Lagos Weber a Radio Pauta, evidenciando sus pocas expectativas en torno a un proyecto de ley que no convence a la mayoría de Apruebo Dignidad ni de Socialismo Democrático.
Hace unos días, de hecho, la propia ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, definió a este polémico proyecto “como un fantasma que hay que expiar”. “Si Chile ha ido teniendo una capacidad de contener una crisis catastrófica es, entre otras cosas, porque no siguió cediendo a las tentaciones de los retiros (…). Si se hubieran hecho los retiros que se intentaron el año pasado, no estaríamos en la situación que estamos ahora, estaríamos con la inflación descontrolada, probablemente no hubiéramos logrado el equilibrio que fuimos alcanzando y que nos permite empezar a mostrar una cifra levemente positiva que va a ir tomando fuerza en el transcurso del año”, enfatizó.
¿Y la oposición?
La diputada Pamela Jiles, quien ha sido la principal impulsora de este tipo de iniciativas, es la autora de uno de los proyectos de sexto retiro, además del diputado independiente (ex PPD) René Alinco, quien también ha operado para lograr los apoyos necesarios para que esta norma se apruebe. Por su parte, el Partido de la Gente (PDG) es la única colectividad completamente comprometida en esta iniciativa, aunque la dispersión y renuncia de militantes en la tienda les ha afectado en dicho propósito.
Cabe mencionar que, para su aprobación, la iniciativa requiere del apoyo de tres quintos (3/5) en ambas cámaras –93 diputados y diputadas, y al menos 30 senadores y senadoras–. Vale decir, no basta con el apoyo de un sector político en particular, por lo que resulta necesario contar con una fuerza transversal. Con el oficialismo disperso, el apoyo de la oposición tampoco está garantizado. De hecho, el nuevo jefe de la bancada de diputadas y diputados de RN, Frank Sauerbaum –quien asumirá su nuevo rol en dos semanas–, aseguró a El Mostrador que le dará libertad de acción a los militantes de su partido.
“Creemos que los retiros del 10% deben ser evaluados uno a uno. Renovación Nacional, en parte, ha votado a favor de ellos, pero vamos a dar libertad de acción para cada uno de nuestros diputados y cada uno reflexionará sobre los efectos negativos y positivos que podrá tener”, detalló Sauerbaum.
Finalmente, desde el Gobierno fueron enfáticos en que un nuevo retiro implicaría retroceder en los avances que –a su juicio– han logrado para enfrentar la inflación. Para la ministra vocera, Camila Vallejo, “sería autoboicotearnos con la reforma previsional, que es una de las prioridades del programa de Gobierno, porque se requiere aumentar y mejorar las pensiones en nuestro país (…). Ha habido un aprendizaje. Desde el año pasado impulsamos una política fiscal y una política pública, tanto para atender a las necesidades de bolsillo de las familias chilenas, las familias trabajadoras, las mujeres que perdieron el empleo, tanto en la macroeconomía, para ir disminuyendo la inflación”, sostuvo.