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La última glosa de la Subsecretaría de Redes Asistenciales da cuenta de un problema que por ahora no tiene solución, pero que el Minsal y otras instituciones buscan contener.

Fuente: El Mercurio

Cuando el subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, llegó al Ministerio de Salud en marzo del año pasado, uno de sus principales objetivos era reducir las listas de espera, las más abultadas desde que hay registro en el sistema sanitario nacional. La pandemia obligó a atender las infecciones provocadas por el Covid-19, provocando una ralentización inédita en el resto de las afecciones.

Por esta razón, las autoridades sanitarias generaron estrategias para reactivar la red sanitaria y la puesta en marcha de estas medidas »ha tenido como resultado un aumento del número de prestaciones otorgadas durante el año 2022 en red pública a nivel de la atención primaria y hospitalaria, lo que se ha reflejado en un mayor número de personas que ingresan y egresan de las listas de espera, con una tendencia progresiva a la disminución de los tiempos de espera», consigna el documento entregado por las autoridades sanitarias el pasado 27 de enero al Congreso.

De acuerdo al balance más reciente, la Glosa del Minsal »Lista de Espera No GES y Garantías de Oportunidad GES Retrasadas», la lista de espera por una consulta de especialidad anotó 2.205.254 registros para un total de 1.851.733 pacientes, 159.545 personas más que a finales de 2021. Eso sí, el promedio de tiempo espera se redujo un 15%, pues pasó de 506 días a 426.

El mismo Araos dijo a La Tercera que »la reactivación de los cuidados que fueron postergados producto de la pandemia hacen que hoy hayan aumentado las derivaciones. Por lo tanto, aumentó la demanda de pacientes para una consulta de especialidad. También generó que ingresaran más pacientes a listas de espera». Y añadió: »Todavía nos queda mucho, todavía no podemos sacar cuentas alegres. Vemos una tendencia que es positiva en disminuir los tiempos de espera y eso nos dice que vamos en el camino correcto, pero todavía nos queda camino por recorrer».

Dennisse Brito, académica en Salud Pública de la Universidad Diego Portales, explica que era algo que podría ocurrir, pues al retomarse las atenciones, más personas fueron derivadas a listas de espera: »Había camas, servicios y personal a todo lo que era Covid-19, pero mucho de lo que se convirtió ha vuelto a la normalidad. Entonces, las personas en listas de espera han aumentado, porque durante dos años se congelaron los servicios, y varias personas quedaron atrasadas porque no se les hizo el diagnóstico ni el tratamiento».

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, explica que »indudablemente, va aumentando la demanda por consulta de especialidad a medida que van disminuyendo los tiempos de espera, porque entre menos barreras a la atención hay, más aumenta la demanda».

Ahora, donde la disminución es aún más notoria es en la lista de espera quirúrgica, pues hasta el 31 de diciembre de 2021 había 280.970 personas esperando por una operación, ahora para el mismo día del 2022, se registraron 267.921, 13.049 pacientes menos. Además, el promedio de espera bajo 53 días.

Para aumentar la resolutividad, las autoridades sanitarias han recuperado pabellones que no estaban siendo utilizados, han extendido los horarios de funcionamiento de los servicios de salud y han realizado diversos operativos. Además, han aumentado los recursos.

Sánchez explica que además de esta estrategia, hay otra práctica que explicaría esta disminución: »Cada cierto tiempo las listas de espera se limpian, pues se eliminan las personas que estaban en espera y que resolvieron por su cuenta el problema o que fallecieron, y esto influye en la extensión de las listas y de los tiempos, pues las personas que se eliminan son las que más tiempo llevan esperando».

Las últimas semanas las autoridades sanitarias han recalcado que la importancia está en disminuir los tiempos de espera, pues eliminar las listas es una tarea imposible, eso sí es fundamental que las espera se acerque a »tiempos dignos», como dijo el subsecretario Araos a La Tercera.

Asimismo, el académico Sánchez da cuenta que las cifras son un avance, pero aún queda para saber el real impacto de las medidas: »Estos datos son positivos, pero no son definitivos. Son datos muy puntales y habría que ver una tendencia en los próximos meses para ver si esta baja en los tiempos de espera se mantienen».

Una «ayuda extra»

Las cifras no mienten en torno a la salud en el país. Muchas veces hay que esperar semanas, incluso meses, para ver un especialista o realizarse una cirugía. Pero a la labor que hace el Minsal se suman otras que realizan fundaciones, universidades o las Fuerzas Armadas.

Por ejemplo, las carreras ligadas a la salud que imparte la Universidad Andrés Bello realizan anualmente una serie de operativos de salud gratuitos dirigidos a la población, como por ejemplo oftalmológicos, auditivos o de medicina y enfermería. Lo mismo hace la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, donde grupos de académicos, profesionales, egresados y estudiantes de pre y posgrado acuden a diferentes regiones logrando atender a más de 1.000 personas en un año.

Otra iniciativa la realiza el Desafío Levantemos Chile junto a la Clínica Alemana. »Con la pandemia se retrasaron aún más las atenciones y diagnósticos en el sector público de salud. Algunos de los pacientes llevaban esperando por una atención más de cuatro años», dicen desde el centro de salud.

A través del proyecto »1.000 personas, 1.000 soluciones de salud», en su primera etapa se destinaron dos mil horas de trabajo para la atención de 181 pacientes. Esto requirió de la participación de 370 colaboradores como médicos, cirujanos, personal de pabellones, entre otros, que cumplieron sus labores en los hospitales de Linares y Padre Hurtado.

La Fundación Acrux, creada en 2003 por un grupo de voluntarios, tiene como objetivo entregar prestaciones médicas a pacientes de los lugares más apartados de Chile para contribuir en la disminución de la lista de espera. En ese contexto, realizan operativos y rondas médicas con especialistas durante los fines de semana y han llegado a diversas localidades, como Puerto Edén, Porvenir, Mañihuales, Puerto Chacabuco y Andacollo.

Roberto Levin, director ejecutivo de Fundación Acrux, afirma que »el 23,7% de los médicos especialistas se encuentran fuera de la Región Metropolitana, Valparaíso y Concepción, entonces llegar con médicos especialistas, a través de estos operativos, incide en reducir las listas de espera significativamente. Esa es nuestra misión, llevar especialistas a lugares apartados donde no hay, y si hay, son insuficientes».

Durante 2022 la fundación realizó 28 operativos médicos, el número más alto de su historia, y 17.000 prestaciones a pacientes del sistema público de salud, de las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso, Los Ríos, Los Lagos, Magallanes y La Araucanía. Sin embargo, desde que iniciaron han otorgado más de 150 mil prestaciones a través de 171 operativos con casi tres mil médicos voluntarios.

Además, realizó jornadas médicas junto a la Armada: Puerto Natales, Porvenir, Puerto Edén, Cerro Castillo y Puerto Williams, con un total de 1.800 atenciones; Viña del Mar, 300, y Talcahuano, 300.

Y para 2023 la fundación tiene programada una serie de operativos, que se iniciarán en febrero y marzo, algunos mediante convenios. Una de las alianzas que tienen es con el gobierno regional de Los Ríos, la Asociación de Municipalidades de esa región y el Servicio de Salud de Valdivia, para realizar cerca de 4.200 prestaciones médicas a pacientes de la red pública que están en lista de espera.

Operativos de las FF.AA.

Las distintas ramas de las Fuerzas Armadas también aportan su grano de arena en este trabajo de acortar brechas en la salud.

Tras dos años de suspensión debido a la emergencia sanitaria, la Fuerza Aérea retomó los operativos médico-dentales en octubre de 2022 en Rapa Nui (el número 25 de la historia de la FACh), actividad que contó con la presencia de la ministra de Defensa, Maya Fernández.

Un equipo de 123 personas, compuesto por médicos, dentistas, auxiliares, personal logístico y de apoyo, realizó más de 4.300 prestaciones en algunas áreas como oftalmología, dermatología, cirugía vascular periférica, otorrinolaringología y urología. También se realizaron procedimientos como ecocardiografía y también radiológicos, como mamografías, ecografías y todo lo que tenga relación con atenciones quirúrgicas con el apoyo de anestesistas.

Por otra parte, la Armada también retomó los operativos en las zonas más lejanas, como aquellas que se encuentran en el archipiélado de Chiloé.

La jornada médica de noviembre pasado contó con especialistas en pediatría, odontología, oftalmología, ginecología, traumatología, urología, enfermería y equipos de ecografías. Algunas de las atenciones se realizaron en el Patrullero Médico Dental Cirujano Videla y otro grupo de médicos se trasladó a las postas y a los lugares asignados por las autoridades de salud de la zona.

La Armada viene haciendo esta labor desde 1966 y en la programación de 2022, el Cirujano Videla realizó un total de 34 operativos médicos, prestando sus servicios a los servicios de salud de Chiloé y Reloncaví, atendiendo a 5.096 pacientes y realizando más de 13.000 prestaciones médicas.





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