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La asociación gremial Pro Salud Chile, que lidera el exsubsecretario de economía, Jean-Jacques Duhart, busca acelerar la transformación digital del sector salud en el país.

El programa de innovación del gremio ha implementado cinco pilotos en hospitales y en junio abre la segunda convocatoria.

Fuente: Marco Zecchetto / DF Lab

Uno de los desafíos que trajo la pandemia del Covid-19 fue la necesidad de acelerar la transformación digital de diversos sectores, entre ellos, los servicios de salud pública. Sin embargo, aún existen obstáculos que dificultan la innovación y la implementación de nuevas tecnologías en esta área.

Así lo afirmó el vicepresidente ejecutivo del gremio Pro Salud Chile, Jean-Jacques Duhart, quien dijo que las principales barreras que limitan la innovación en la salud pública, están relacionadas con problemas de cultura, gestión y toma de decisiones.

«Hay una cultura que no promueve la innovación en esta área. Es más, la regla es que no innoves. No es que la gente sea limitada, sino que el entorno normativo, el contexto de gestión, los protocolos, las guías clínicas, todo eso ha llevado a que, en materia de transformación digital estemos más atrasados en la salud pública», afirmó.

Pro Salud Chile surgió hace tres años como una asociación gremial que hoy reúne a 41 organizaciones, empresas, emprendimientos, centros de investigación, laboratorios y la academia, ligados a Innovación y Desarrollo (I+D), desarrollo de equipos médicos y servicios tecnológicos para el área de la salud, con el fin de acelerar la transformación digital de este sector -tanto público como privado- y aportar conocimiento y capacidades para buscar soluciones que mejoren la calidad de la salud en el país.

Según Duhart, hoy existe una diferencia «aguda» entre la salud privada y la pública en materia de innovación y de transformación digital.

En este contexto, indicó que la adopción de las últimas tecnologías, por ejemplo, de gestión de agendamiento de horas o de diagnósticos tempranos, «va mucho más rápido en el área privada», lo que atribuyó a la existencia de «una mayor cantidad de recursos y más agilidad» para tomar decisiones asociadas a la innovación, sobre todo «en términos de productividad».

Duhart señaló también que en la salud pública existen problemas administrativos y de gestión, asociados a una falta de gobernanza, para poder innovar en las instituciones de salud. Agregó que, además, esta situación se ha visto afectada debido a la rotación de directores en hospitales.

Por otro lado, indicó que el sistema de compras públicas está hecho para «no innovar» y que los procesos de adquisiciones en la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast) están hechos para comprar productos ya conocidos.

«Aunque el sistema funciona bien, cuando se trata de productos nuevos, donde se requiere un trabajo previo o exploración con el usuario y el demandante, este funciona con retrovisor y no con focos para adelante. Eso está cambiando, pero todavía falta», comentó Duhart.

Señaló que las principales demandas tecnológicas de la salud pública apuntan a la gestión de listas de espera a todo nivel, además del testeo, monitoreo y diagnóstico temprano de enfermedades crónicas -por ejemplo, la diabetes- donde el sistema ha enfocado el trabajo.

«Socios nuestros desarrollaron la plataforma que usa el Ministerio de Salud para hacer telediagnóstico de retinopatía diabética, que a través de inteligencia artificial y machine learning, permite hacer diagnósticos sin tener que tener a la persona de manera presencial», comentó.

Iniciativas

Para hacer frente a las demandas del sistema de salud y buscar soluciones, Pro Salud Chile realiza seminarios y programas de innnovación.

Entre ellos, está «Juégatela por la Innovación e Impulsa el Cambio», un programa de formación en innovación y desarrollo de pilotos tecnológicos para centros de salud públicos y privados, el cual es coejecutado y cofinanciado con el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (Cens), con apoyo de Corfo.

Esta iniciativa tiene tres etapas. En la primera, de formación, se seleccionan los hospitales y centros de salud pública y privada a quienes ayudarán a levantar los desafíos. En la segunda fase, se abre una convocatoria para startups en conjunto con Corfo, para que respondan a estos retos. Y en la tercera, se implementan los pilotos en los centros y hospitales participantes con las soluciones seleccionadas.

Duhart comentó que en el primer programa -que partió en 2022 y concluye este año- se seleccionaron cinco pilotos que fueron implementados en los hospitales de La Florida, de Melipilla, de Quintero, el Instituto Nacional del Cáncer y en Teletón (privado), los que están en fase de término y se evaluará cuáles serán escalados.

El 12 de junio lanzarán la segunda versión del programa y abrirán la convocatoria para nuevos centros de salud.

Para esta nueva edición, la idea es que pueda haber «un apalancamiento mayor a través de instrumentos de Corfo» para seleccionar las soluciones y lograr la conexión con la demanda de los centros de salud.

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