En un concurrido encuentro virtual, la jefa del Proyecto Receta Electrónica del Ministerio de Salud, Carla Oliveri, comentó que la plataforma, que se presenta como la gran respuesta para evitar errores de prescripción y de dispensación, suma más de 2 millones de recetas para más de 600 mil pacientes, en su marcha blanca.
Pablo Pizarro, jefe de Proyecto TI del Minsal y Jorge Cienfuegos, presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, también entregaron sus puntos de vista técnicos y gremial, de la esperada iniciativa.
Gran interés del mundo de la salud, tanto de profesionales médicos, laboratorios, instituciones públicas y privadas y la industria, generó el seminario virtual organizado por Pro Salud Chile, en el que se dieron a conocer los avances en la implementación del nuevo Sistema Nacional de Receta Electrónica Minsal, las etapas de este proceso y los principales objetivos y beneficios de este nuevo y moderno modelo, tanto para prescriptores, farmacéuticos, autoridades y pacientes.
En el encuentro, expusieron la jefa de Proyecto Receta Electrónica Minsal, Carla Oliveri; Pablo Pizarro, jefe de Proyecto TI del Minsal y Jorge Cienfuegos, presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, quienes estuvieron acompañados por Jean-Jacques Duhart, vicepresidente ejecutivo de Pro Salud Chile y Claudia Ramos, presidenta del Comité de Acceso de Pro Salud Chile.
Este tema es de alta relevancia para la salud en Chile, considerando que en el país se realizan alrededor de 100 millones de recetas al año, en su gran mayoría de tipo gráfico (escritas a mano en papel) y con más de una prescripción, y teniendo en vista cifras de Estados Unidos, presentadas por Carla Oliveri que indican que en ese país hay un estimado de 1,5 millones de eventos prevenibles asociados a medicamentos, y más de 7 mil muertes de pacientes relacionados con errores de escritura y llenado de receta, con un millonario costo para el estado.
“En Chile, a los problemas de escritura y llenado de receta, se le suma las barreras geográficas. La irrupción de la telemedicina, si bien dejó en evidencia las deficiencias, fue también una oportunidad para darle un soporte importante a esta nueva plataforma de atención que permite un mayor acceso, considerando que hay 111.906 prescriptores autorizados y 5.786 establecimientos de expendio autorizados en todo el país”, señaló Carla Oliveri.
La representante del Minsal sostuvo que la implementación del Sistema Nacional de Receta consta de 4 etapas distribuidas entre 2023 y 2026, iniciando con prestadores individuales y farmacias comunitarias, además de un piloto en APS, migración de los datos a la nube y el desarrollo de la receta cheque, todos procesos que están en desarrollo y que darán paso, posteriormente, a las siguientes fases que abordarán la atención ambulatoria, de urgencia y la integración en la atención cerrada, seguros e Isapres.
Oliveri detalló que “la plataforma web de receta electrónica ha estado operativa en marcha blanca desde septiembre de 2021, con más de 2 millones de recetas realizadas para más de 600. 000 pacientes y más de 23. 000 profesionales prescriptores que han utilizado, al menos una vez, la plataforma electrónica, llegando a más de 14 mil prescriptores mensuales y 160 mil recetas al mes y con un crecimiento permanente”.
Entre las principales características que Oliveri relevó del nuevo sistema de receta electrónica, está su carácter universal para prescriptores y dispensadores, con repositorio único; es interoperable, con estándares internacionales de seguridad (HL7 FHIR), seguro, gratuito, evolutivo en su permanente mejora y trazable.
Además, destacó que para prescriptores este sistema tendrá un lenguaje estandarizado, se podrá hacer un mejor seguimiento de la prescripción de un paciente y se podrán evitar los errores de prescripción, ya que no es caligráfico.
Asimismo, previene falsificaciones y el ejercicio ilegal de la profesión; evita errores de dispensación por ilegibilidad de los textos para los farmacéuticos, reduce tiempos de gestión de las recetas, tendrá interoperabilidad con el futuro libro de medicamentos controlados, y supondrá mejor resguardo y estadísticas reales sobre el consumo de medicamentos, entre otras importantes ventajas.
“El objetivo de la implementación es transitar desde una receta papel hacia una electrónica y esperamos que, en un futuro no muy lejano, sea la electrónica la principal forma de prescripción o de realizar una receta a un paciente, básicamente por todos los elementos de seguridad que contiene”, apuntó Carla Oliveri
El factor clave: Interoperabilidad
Teniendo en cuenta que la fragmentación de la información es uno de los problemas más comunes en los sistemas de salud en Latinoamérica, donde finalmente el paciente es el receptor y transmisor de sus propios datos clínicos, la solución pasa por un eficiente sistema de interoperabilidad que habilitará la usabilidad de la receta electrónica, según explicó Pablo Pizarro, Jefe de Proyectos TI del Minsal y encargado de la unidad de Interoperabilidad en Salud de la cartera, que cumplirá un año desde su creación
Para esto, la unidad de Interoperabilidad diseñó una plataforma que mejora la continuidad del cuidado del paciente, con transparencia y acceso del paciente a sus datos clínicos y que mejora la eficiencia, disponibilizando y centralizando la información para la toma de decisiones, y que trabaja con el cruce de información proporcionada por el Registro Civil, FONASA, de prestadores para validar recetas, con terminología estándar y un repositorio de datos clínicos que podrá ser usado por diversos sistemas, tanto públicos como privados de atención.
“Con este proyecto de interoperabilidad para recetas médica, el paciente tendrá un fácil acceso a sus recetas y dispensaciones, sin necesidad de tomar una otra hora al médico para obtener de nuevo la receta en caso de pérdida, Además, habrá acceso a la información del tratamiento farmacológico del paciente de forma oportuna y en el lugar que se requiera, y habrá disponibilidad de datos para desarrollar sistemas de apoyo a la decisión clínica”, comentó Pablo Pizarro.
Por su parte, Jorge Cienfuegos, presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, subrayó que “es muy importante el paso que se está dando con la Receta Electrónica, porque al ver los datos internacionales y los extrapolamos a Chile, estaríamos pensando que al menos una persona al día muere por elementos asociados a una mala escritura de la receta. Cabe consignar, además, que una receta mal escrita es una receta “ilegal”, ya que está explicitado en el código sanitario que la receta debe ser escrita con letra imprenta legible”.
Cienfuegos destacó varias ventajas de la iniciativa, como el evitar o disminuir la falsificación de recetas y rechazo de prescripciones por letra ilegible, además de entregar la posibilidad de interacción entre prescriptor y dispensador y la opción de feedback al prescriptor sobre el tratamiento de su paciente, entre otros beneficios.
Identificó también oportunidades de mejoras, relacionadas al analfabetismo digital, con la carencia de infraestructura, capacitación o equipos en las farmacias, a la resistencia al cambio de prescriptores, dispensadores y pacientes, intereses de empresas y falta de interés o voluntad política. “Pese a que la receta electrónica puede aliviar mucho el gasto público en salud, no está contemplado como parte estratégica del presupuesto de la Nación”, advirtió Cienfuegos.
“Quiero hacer una invitación -concluyó Jorge Cienfuegos-, a dar el salto al siglo de hoy. Todavía tenemos papel y libros que hay que llenar y que no están acorde a lo que necesitamos en la actualidad y a las prácticas de los nuevos tiempos, pero para eso se requiere decisión política y financiera, porque en lo técnico ya estamos de acuerdo respecto de las grandes ventajas que tiene la receta electrónica”.
Para ver el seminario online completo, pueden pinchar ACÁ
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