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Mientras las principales ONG abocadas a la preservación del medio ambiente emiten un rechazo categórico a la decisión política del Comité de Ministros de dar el vamos a Los Bronces Integrado, la comunidad científica está dividida sobre el impacto de la ampliación de la mina en los glaciares de la zona de la precordillera de la Región Metropolitana.
En dicha zona se encuentran glaciares comparables en importancia con los de la Patagonia, además del santuario Yerba Loca, dependiente de la Conaf y creado en 1973.
El Comité de Ministros autorizó la ampliación de la mina el pasado lunes, con varias condiciones. Específicamente, en cuanto a los glaciares, exige en las condiciones de aprobación del proyecto el monitoreo de la evolución de los valores de vibraciones y emisiones incidentes en glaciares blancos, además de un Plan de Alerta Temprana de glaciares.
La mina de cobre es explotada desde 1867 y ha pasado por distintos dueños. Anglo American, con su sede principal en Londres, posee su control desde 2002, y parte de la participación pertenece a Codelco. La ampliación por 3.000 millones de dólares pretende explotarla hasta el año 2036.
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Rechazo del Mundo ambiental
Plantae y Terram
Bajo el título El rol del Ministerio del Medio Ambiente en la aprobación de “Los Bronces Integrado”: una cartera sin criterio ambiental, las fundaciones Plantae y Terram criticaron enérgicamente las decisión del Comité de Ministros y, particularmente, el rol de la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, a quien acusaron de renunciar a su compromiso de combatir el cambio climático. En el comunicado las fundaciones sostienen que, con la aprobación del proyecto de Anglo American Sur –filial sobre la cual Codelco posee una copropiedad por el 29,5%–, «se pone fin a la ilusión de que este sería el ‘primer Gobierno ecológico de Chile’» y que la crisis climática sería central para la actual administración gubernamental.
Los principales argumentos apuntan a que la decisión política fue tomada sobre la base de la desinformación.
«A sabiendas de que el proyecto ‘Los Bronces Integrado’ sería votado el primer semestre de 2023, en marzo de este año la Dirección Ejecutiva del SEA, comandada por Valentina Durán, solicitó un informe al subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, respecto a los recursos de reclamación interpuestos en contra de la Resolución Exenta donde el SEA calificó desfavorablemente el EIA del proyecto. Inesperadamente, el informe evacuado por la subsecretaría (oficio ordinario N°230716 del 01 de marzo de 2023) resultó ser deficiente, además de contener una serie de imprecisiones en la determinación del área de influencia del proyecto, careciendo de antecedentes científicos y técnicos que diera validez a su ‘conformidad’ expresada», señalan.
Este informe del subsecretario habría sido central para dar un espaldarazo a las propuestas de la minera transnacional, además de constituir un fuerte portazo a las reclamaciones ciudadanas, que apuntaban al resguardo de las fuentes de agua y afectaciones que tendrían los glaciares blancos cercanos al proyecto minero.
Esta situación es aún más preocupante –sostienen– si se considera que el proyecto “Los Bronces Integrado” de Anglo American Sur S.A. se encuentra contiguo a dos áreas protegidas, como son el Santuario de la Naturaleza Yerba Loca y la superficie fiscal de 142 mil hectáreas que contiene el anunciado Parque Nacional Glaciares de Santiago, impactando el principal objeto de conservación de esta futura área protegida y al que la campaña ciudadana #QueremosParque ha posicionado como un hotspot mundial de conservación.
*Ver comunicado íntegro de Plantae y Terram
Chile Sustentable
Sara Larraín, de Chile Sustentable, considera que las medidas adicionales para un proyecto rechazado por la autoridad ambiental y aprobado por el Comité de Ministros son absolutamente insuficientes. «Estas medidas están orientadas principalmente a lugares que son aspiración de polvo de la Ruta 21, que es concesionada; pavimentación de los caminos que usa la minera en el marco de su faena; y, finalmente, también cambio de calefactores, particularmente en el área de la Ruta 21 que también está en el área de las faenas, todo esto en la Comuna de Lo Barnechea».
«Nos parece gravísimo que el Ministerio del Medio Ambiente haya retrocedido en el tipo de compensaciones. En general, la última década las compensaciones han estado orientadas a soluciones basadas en la naturaleza compatible con lo que recomienda la Convención de Cambio Climático. Esto significa infraestructura verde, plantaciones, significa restauración de la precordillera de Los Andes con bosque nativo y manejo de agua», sostiene Larraín.
Coordinación de Territorios por la Defensa de los Glaciares
Desde la comunidad que defiende los glaciares, su rechazo fue más enérgico, solicitando la renuncia de la ministra Maisa Rojas, por dar luz verde al proyecto en un contexto de crisis climática de consecuencias insospechadas.
«Existe evidencia científica que comprueba que Los Bronces es parte de las fuentes contaminantes que han afectado glaciares. El 2022 se publicó en la revista Science un estudio que revela que el polvo que recubre los glaciares y que acelera su derretimiento proviene de las faenas de la minería. Los glaciares Olivares, Paloma, entre muchos otros, han sido dañados de manera irreparable», puntualizan.
Los defensores de los glaciares recordaron que, durante el año 2015, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) manifestó que existe una relación directa entre la protección de los glaciares, otras formas de hielo y los derechos humanos. «Hoy, en un contexto de desertificación de la zona central y ante la ausencia de precipitaciones, los glaciares son la principal fuente hídrica de los ríos, llegando a sostener los sistemas en hasta un 60-70%. Es por eso que la protección de los glaciares se transforma en una garantía del derecho a la vida, derecho al agua, derecho a la alimentación adecuada, a la salud, al trabajo y a la vida cultural», recalcan.
Científicos divididos
Camilo Rada es montañista y conoce bien la zona. Es Ph.D. en Geofísica por la University of British Columbia e investigador del Centro de Investigación Gaia Antártica de la Universidad de Magallanes.
Al ser consultado sobre las exigencias que planteó el Gobierno para habilitar la continuación de la mina, Rada las califica como «ambiguas».
«No tengo idea qué será el Plan de Alerta Temprana, si tiene alguna fuerza, si puede paralizar alguna acción si pasa algo en los glaciares. Tampoco queda claro qué se monitoreó. En el caso de los glaciares, lo más importante es monitorear el polvo que se deposita en ellos. No está claro si van a ser mediciones in situ«, señala.
«Monitorear y hacer seguimiento de glaciares no es ninguna medida que proteja los glaciares. Simplemente es ver qué les está pasando. Por lo tanto, eso no contribuye en nada a asegurar que los glaciares se mantengan o sigan su propio ritmo natural. No es suficiente», acota por su parte Francisco Ferrando, doctor en Geografía y profesor de Postgrado del Magíster en Geografía, Seminario Cambio Climático y Glaciares Rocosos de la Universidad de Chile.
Conflicto de intereses
Para Rada, el problema radica en lo que denomina «conflicto de intereses».
«Se le está pidiendo a la minera que se mida y se autofiscalice. Si bien ellos pueden ser muy prolijos y hacerlo, igual hay un conflicto de intereses, que menoscaban las confianzas que va a tener el público. Eso hay que evitarlo», expresa.
En cambio, Pablo Wainstein, experto en Hidrología Glacial y de Permafrost, de BGC Engineering Inc., señala que las exigencias de las autoridades no son solo un aspecto administrativo del proceso, sino que una necesidad.
«Todo proyecto debe contar con las acciones necesarias para darle seguimiento a la evolución de un componente ambiental como son los glaciares. Especialmente al considerar que la tasa de sus cambios, y en particular la de los glaciares descubiertos, es significativa y su estudio y monitoreo entrega información importante para comprender su evolución natural versus eventuales divergencias. Lo importante del análisis no es centrarse en observaciones puntuales solamente, sino analizar las tendencias de cambio a largo plazo», opina.
Para Wainstein, el programa de monitoreo implementado por el proyecto Los Bronces Integrado es suficiente para detectar impactos potenciales de las operaciones mineras, considerando que no solo se monitorearán elementos dentro de su área de influencia, sino también fuera.
«El programa utiliza tecnología sofisticada y monitorea de cerca las condiciones de la superficie de los glaciares. Los datos recopilados se analizan para proporcionar un sistema de alerta temprana para detectar posibles impactos. Además, la información ayudará a comprender mejor cómo los glaciares en la Región Metropolitana están respondiendo al cambio climático», asegura.
Compromiso de la empresa
La empresa, por su parte, afirma que el proyecto Los Bronces Integrado (LBI) fue diseñado a partir de estrictos criterios de sustentabilidad, uno de los cuales determina la no afectación de glaciares.
«Con este objetivo, el diseño de su fase superficial considera alejarse de los glaciares, de igual modo, y para la fase subterránea, se seleccionó un innovador método minero que asegura no impacto en superficie. Este método ya ha sido implementado exitosamente en España, Canadá y Suecia», asegura la compañía tras ser consultada por El Mostrador. «De la misma manera, mediante el diseño del proyecto, se logró evitar impactos indirectos en los glaciares producto de despositaciones de polvo y vibraciones», añade.
La firma sostiene que desde 2011 Anglo American trabaja junto con consultores nacionales e internacionales, quienes son expertos y especialistas en el monitoreo de glaciares. Estas investigaciones fueron parte del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Los Bronces Integrado, compilando más de 10 años de estudios (desde 2008) y con campañas en terreno durante 7 años (2011 a 2018).
Además, asegura que el objetivo de la compañía es mantener dichos monitoreos, que fueron ofrecidos de forma voluntaria, ampliando el alcance para atender los compromisos solicitados por el Comité de Ministros al proyecto Los Bronces Integrado.
Estos incluyen ampliar la red de estaciones meteorológicas; la red de puntos de monitoreo de Material Particulado Sedimentable (MPS) en glaciares; la red de geófonos para el control de vibraciones asociadas a tronaduras; la red de albedómetros en glaciares para monitoreo puntual; y adquirir imágenes satelitales para determinar albedo distribuido, especificar la despositación de carbono negro en glaciares, así como su concentración en el aire circundante; y ampliar el Plan de Alerta Temprana para los glaciares blancos o descubiertos, que son aquellos que pueden eventualmente ser impactados por el MPS.
La firma destaca que los organismos evaluadores competentes en el proceso de evaluación ambiental –como la Dirección General de Aguas (DGA) y Sernageomin– se manifestaron conformes en diciembre de 2022, concluyeron que no se generaban impactos sobre los glaciares, y se cumplió con la normativa ambiental y sectorial chilena, como también con los estándares de referencia internacionales. Hay que considerar además –indican– además que los monitoreos que establezca la autoridad son obligatorios.
«Toda la información levantada y procesada de estos monitoreos, será puesta a disposición mediante una plataforma en línea, siendo así información que podrá ser vista y revisada por cualquier persona u organización», se subraya desde Anglo American.
La empresa agrega que los monitoreos serán reportados a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) para el seguimiento de las variables ambientales evaluadas, según establece la normativa vigente; y, a través de la SMA, con autoridades sectoriales competentes (DGA-MOP, Sernageomin y Municipalidad de Lo Barnechea). Son estudios que se basan e información in situ, utilizando diversos tipos de sensores y tecnologías, sumado esto a imágenes satelitales y aerofotogrametría.
Específicamente, aplicará a los glaciares Rincón, Paloma Oeste, Paloma Este, Altar Sur, Littoria, Infiernillo, La Perla, Agua Los Machos, Observatorio, Rinconada Oeste y Olivares Alfa.
Efectos históricos
A nivel general, Ferrando señala que históricamente los glaciares se han visto afectados por la actividad minera.
«En el caso de los glaciares de roca, varios fueron destruidos y eliminados de la cuenca de la cabecera del Río San Francisco», ejemplifica.
A eso suma que las emisiones –tanto de combustión como material particulado– han estado afectando varios glaciares del área, específicamente el campo de glaciares Olivares, «que es el más importante después de los campos de glaciares de la zona patagónica sur».
«Esos glaciares son fundamentales para el abastecimiento futuro del agua para Santiago, porque son agua de fusión, que proviene de los que alimentan al río Maipo», apunta.
En el caso de la cuenca del Río Mapocho, son los glaciares del cerro El plomo y del sector de la Paloma, «que también están siendo afectados y se ha visto que han reducido significativamente su volumen. Eso se aprecia claramente en las reducciones de área y la aparición del sustrato rocoso a través del seguimiento de varias décadas de la evolución de estos glaciares».
En cuanto a los efectos sobre ellos, Rada hace la comparación con la minera Andina, «buena parte (de cuya explotación) estaba cubierta por glaciares en el pasado, que hoy ya no existen». Sin embargo, admite que es complicado medir el impacto al comparar la minería reciente y la más histórica.
En relación con la acumulación de polvo en los glaciares, dice que hay varios estudios que han medido este fenómeno y concluido que tienen un impacto «significativo».
Un glaciar sin polvo refleja la luz solar y evitar así su derretimiento. En cambio, un glaciar con polvo comienza a absorberla, lo que conduce a su derretimiento. El polvo además puede quedar dentro del glaciar por décadas. En ese sentido, explica que hay efectos inmediatos y otro a largo plazo.
Señala que por la minería históricamente ha habido remoción de glaciares y otros fluyen hacia los rajos.
«Toda actividad productiva tiene un efecto. El tema es si los beneficios que genera a la sociedad son mayores que los efectos que conllevan. En este caso, se pueden pagar muy a largo plazo», recalca, entre 50 o 60 años, cuando eventualmente los recursos hídricos sean más valiosos que ahora.
Monitoreo histórico
Por su parte, Anglo American informa que el monitoreo de glaciares en el entorno de su operación de Los Bronces comenzó el año 2008.
«Son realizados por consultores nacionales e internacionales especialistas en glaciares y materias asociadas. Los estudios presentados en el EIA de Los Bronces Integrado se sustentaron además en campañas de terreno durante siete años (entre 2011 y 2018). Estos estudios que continúan a la fecha han apoyado complementos de información en las Adendas e Informe Extraordinario del proceso de evaluación ambiental, atendiendo los requerimientos del organismo técnico competente, la Dirección General de Aguas (DGA), que se manifestó conforme en diciembre de 2022», indica.
Añade que los estudios –que han continuado a la fecha– se han complementado desde 2015 con imágenes satelitales y de vuelos LIDAR, para asegurar el conocimiento de la evolución geométrica (retrocesos y balances de masa) y movimiento de glaciares (dinámica y cinemática).
Asimismo, detalla que la evaluación ambiental desarrollada para el proyecto, que incluyó también vibraciones, descartó impactos significativos en los glaciares y posible afectación a recursos hídricos superficiales o subterráneos.
«No hay efectos sobre la tasa de ablación (derretimiento) natural de glaciares blancos asociados a material particulado sedimentable (MPS) y en consecuencia del carbono negro (ya que es una fracción menor al 1% del MPS). Esto fue confirmado por mediciones en terreno realizadas por entidades expertas», señala la firma.
Nuevos efectos
En cuanto a los nuevos efectos, el investigador Camilo Rada apunta a la acumulación de polvo en los glaciares por más tiempo, además de producción de dióxido de carbono.
Aunque la empresa ha señalado que el proyecto es una extracción subterránea y que, tras su explotación, la mina será rellenada con material, Rada señala que también existe el riesgo de que haya un socavón y algún glaciar sea «tragado» por la tierra, como ha ocurrido con proyectos más antiguos.
Otros riesgo sería que alguno de los túneles intercepte napas subterráneas con un cambio de la hidrología.
En cambio, en opinión de Pablo Wainstein, para el caso de un proyecto del tipo “brown field”, en donde se presenta la ampliación de actividades mineras existentes, esta es una de las preguntas centrales del enfoque.
«En este sentido, veo que los estudios glaciales desarrollados y modelaciones realizadas dentro del marco de la evaluación ambiental del Proyecto Los Bronces Integrado incluye las sinergias con las operaciones actuales de la Mina Los Bronces, por ejemplo. En base a este tipo de estudios sinérgicos es que el proyecto concluye que no hay impactos significativos sobre glaciares, aun considerando que se trata de un proyecto para continuar con la operación de la actual mina», plantea.
Importancia de los glaciares
En cuanto a la importancia de los glaciares y los glaciares rocosos, Wainstein reconoce que son muy diversos y sus funciones ambientales complejas. «En términos hídricos, se debe reconocer que tienen un amplísimo rango de respuesta al cambio climático, a las condiciones meteorológicas locales y regionales», explica.
«Los glaciares pueden tener efectos sobre la meteorología local, especialmente grandes masas como los Hielos Patagónicos, y al cambiar estos por efectos del cambio climático, pueden alterar las temperaturas locales y la hidrología respectiva. Esto depende de los tamaños de las masas de hielo, ya que cambios en glaciares pequeños no tienen efectos significativos», asegura.
Wainstein especifica que la producción de agua de un glaciar descubierto (o blanco) y su temporalidad es significativamente mayor que la contribución potencial de un glaciar rocoso.
«El derretimiento de los glaciares rocosos es extremadamente lento porque el hielo está protegido naturalmente por la presencia de material rocoso. De este modo no se puede establecer que todos los glaciares o glaciares rocosos, independientemente de su tipo, tamaño y características tendrán la misma interacción con el medio ambiente e importancia, en términos hídricos», afirma.
«Algunos glaciares como los patagónicos, producen grandes cantidades de agua de derretimiento, otros de menor tamaño y de características de temperatura diferente producen cantidades de agua significativamente menor. Finalmente, la potencial producción hídrica de los glaciares rocosos es no significativa. Esto está íntimamente relacionado a cómo la superficie del glaciar reacciona con respecto a la energía entrante y como ésta se transfiere», ejemplifica.
Rada subraya un aspecto clave: que la precipitación que cae en el invierno con forma de nieve se preserva mucho mejor que sobre los glaciares, donde el agua queda almacenada e incluso evita que llegue más agua a los ríos y haya más inundaciones. En época de sequía fungen entonces como reservas de agua dulce.
«Es un regulador de los caudales y un reservorio estratégico de agua que produce más agua cuando hay más escasez. Si la temperatura sube y el verano es muy seco, los glaciares van a estar produciendo agua. Si además se acaba la megasequía y empieza a llover más, los glaciares podrán acumular agua para la próxima sequía».
En ese sentido, a su juicio, los glaciares son claves para la Región Metropolitana, donde vive un tercio del país.
Seguridad hídrica
Aún así, en opinión de Wainstein, este proyecto no presenta una amenaza para la seguridad hídrica de la Región Metropolitana. Esto ya que han mostrado, en sus palabras, que no afectarán glaciares.
Además, «la mayor cantidad de agua utilizada en la región proviene del derretimiento nival y no necesariamente glacial, y de cuencas mayoritariamente relacionadas al Río Maipo».
«De todos modos, el proyecto tiene un programa de monitoreo y de alerta temprana que les permite detectar potenciales cambios en las condiciones de los glaciares. Esta información les permitirá tomar medidas proactivas al respecto. Así también, entiendo que tanto el proyecto como otras iniciativas de Anglo American contemplan ahorros significativos de agua, compromisos de minimizar el uso de agua fresca y aumentar considerablemente el uso de agua desalinizada», acota.
Para Ferrando, en cambio, está claro que los glaciares son claves para el abastecimiento de agua de Santiago, y no sólo de agua superficial, sino también de agua subterránea.
«Este proyecto evidentemente amenaza la seguridad hídrica de la Región Metropolitana, no sólo por el caso de los glaciares blancos, sino también porque pretende intervenir unos sectores de glaciares rocosos en forma indirecta, porque van a construir unos túneles por debajo de ellos, y eso puede afectar el sustrato rocoso, afectado por una alteración hidrotermal y pueden ocurrir derrumbes por la explotación. Este proyecto, además de lo que ya ha destruido, sigue destruyendo y va a continuar si es que no se le pone una limitación restrictiva sobre todo a lo que es el tramo subterráneo», advierte.
Rada admite que la minería no afecta en lo inmediato la seguridad hídrica de la capital, pero podría hacerlo en el largo plazo.
«Los efectos acumulativos de décadas de minería, porque en este caso se propone extenderla por décadas, sí tienen un efecto en el futuro y podrían adelantar el momento de una crisis hídrica en la Región Metropolitana», dice.
«Si las condiciones climáticas actuales siguen, si el recurso hídrico llega a niveles críticos de escasez, en 10, 20, 30, 40 o 50 años más, se puede haber visto afectado por la extensión de la vida útil de esta mina», un momento que podría haberse aplazado de no haberse aprobado el proyecto, estima.
Sin embargo, la firma asegura que el diseño de Los Bronces Integrado consideró la no incorporación de más agua fresca de la ya autorizada ambientalmente. Esto se logra, dice, mediante la ampliación de su sistema de recirculación de aguas por sobre el 85% de reciclaje de aguas.
También recalca que la evaluación ambiental del proyecto permitió demostrar que no habrá afectación de los recursos hídricos que abastecen el agua de la Región Metropolitana ni a los Santuarios de la Naturaleza.
«Se realizaron análisis de condiciones meteorológicas en escenarios pesimistas de cambio climático durante la vida útil del proyecto, permitiendo determinar que Los Bronces Integrado no incide en las condiciones hidrológicas e hidrogeológicas de su área de influencia, y, por ende, tampoco fuera de ésta», subraya.
Y destaca que los organismos competentes (DGA y Sernageomin, en diciembre de 2023) concluyeron que, tanto la línea base, ponderación y jerarquización de los impactos de glaciares y recursos hídricos (superficiales y subterráneos), cumplen la normativa ambiental y sectorial nacional, como también respecto a los estándares de referencia internacional.
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