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El lunes recién pasado, en la reunión del Ejecutivo con parlamentarios del Frente Amplio (FA) en La Moneda, hubo varias críticas hacia la ministra del Interior, Carolina Tohá, exigiéndole que retomara el liderazgo en la agenda de seguridad. “El apoyo de nuestras bancadas va a estar, pero con la agenda del Gobierno”, dijo un parlamentario oficialista. Esta semana ha decantado el debate y las coaliciones oficialistas dicen que las diferencias por la Ley Naín-Retamal están superadas. Sin embargo, todos apuntan a que las divisiones entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático comenzaron en la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputadas y Diputados y, en particular, en discusiones con el diputado socialista Raúl Levia. 

La semana pasada, tras aprobarse en la Cámara la Ley Naín-Retamal, las críticas del Socialismo Democrático apuntaron hacia Apruebo Dignidad, por no haber concurrido con los votos favorables para que la ley pasara sin dificultad desde la Cámara al Senado. Pero la situación se complicó para el PS cuando la ministra Tohá calificó de “gatillo fácil”  el texto aprobado. Para los socialistas, eso los dejó expuestos porque aparecieron dando el vamos a una norma que luego el mismo Ejecutivo calificaría de “gatillo fácil”. 

La situación se complicó todavía más después que la ley resultara aprobada en ambas corporaciones y los parlamentarios de Apruebo Dignidad avisaron que recurrirían al Tribunal Constitucional (TC). El Ejecutivo finalmente, en el contexto del asesinato del carabinero Daniel Palma, no les dio margen.

Una vez promulgada la ley, el Socialismo Democrático nuevamente criticó a Apruebo Dignidad por no entregar sus votos favorables al último trámite del proyecto y advertir que recurrirían al TC. ¿Qué sacan con anunciar más esfuerzos, recursos y nuevos proyectos contra el crimen organizado, si sus propios parlamentarios del FA y PC votan en contra? Dejen de mirarles la cara a los chilenos. La delincuencia está desbordada y los suyos no lo comprenden”, publicó en sus redes el senador socialista Fidel Espinoza. 

Orden

Paralelamente a la tregua solicitada por el Presidente Gabriel Boric, las críticas hacia Apruebo Dignidad y su “llamado al orden” continuaron.  Miembros del Frente Amplio advierten que el primero en no atender el llamado del Gobierno fue el mismo Raúl Leiva (PS), que votó todo a favor en la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputadas y Diputados. Esto marcó una división y, con el avance de los trámites legislativos, se transformó en una grieta profunda. 

La historia comenzó antes de que ocurriera el asesinato de la sargento Rita Olivares y antes de fundir en un solo cuerpo legal a la Ley Naín con la Ley Retamal en la Cámara. Parlamentarios oficialistas recuerdan que la Ley Retamal fue propuesta el 2022 por diputados del Partido Socialista y que su principal impulsor había sido el diputado de dicha colectividad Raúl Leiva. 

Esa ley la había impulsado Leiva el año anterior y, al juntarse con la ley Retamal, dio pie al tema más controvertido de las últimas semanas: la legítima defensa privilegiada. Esa primera ley fue la que sirvió como insumo para la redacción de la norma que comenzó a discutirse en el Congreso hace un par de semanas. 

Cuando apareció la primera versión de la Ley Retamal (octubre de 2022), el Gobierno envió una minuta recomendando rechazar o modificar la mayoría de los artículos del proyecto. Sin embargo, Leiva votó a favor del articulado, a contramano de lo que La Moneda había solicitado. Si bien su voto no era clave para que la iniciativa pasara por la Cámara baja, sí marcó posiciones respecto al proyecto de ley. Esto, pues en ese momento el PS apareció desobedeciendo al Gobierno. 

Tras el asesinato de la sargento Olivares a fines de marzo, la agenda cambió y también las prioridades. Fuentes revelaron que en ese momento el Gobierno solicitó que, en vez de rechazar el proyecto, se abstuvieran debido a la contingencia y no necesariamente llamaron a aprobar el articulado, sino que a matizar con la abstención. Sin embargo, el PS votó en bloque a favor. 

Fuentes del Congreso advierten que fue Leiva quien convenció a otros diputados de su bancada para aprobar el proyecto en Sala. Puntualizan que dijo conocer los criterios técnicos de la norma y que había que aprobar. Aún cuando, en ese momento, dicha norma tuvo muchas críticas por desprolijidad técnica. 

Parlamentarios sostienen que Leiva había estado muy interesado en aprobar el proyecto porque él lo había impulsado en sus inicios. Por eso, a mediados de la semana pasada, una vez que la iniciativa volvió del Senado modificado, Leiva quería rechazar el artículo sobre legítima defensa privilegiada, por cuanto no estuvo de acuerdo con la modificación realizada en la Cámara Alta. Además, agregan que, si bien es un diputado que se alinea con el oficialismo, cuando se tratan temas de seguridad, suele estar con la derecha. 

Ni derecha ni izquierda

Al consultarle al diputado Leiva por su versión de los hechos, responde que no ha recibido ningún comentario negativo de parte del Socialismo Democrático o del Gobierno. Además, explica que el proyecto de ley que fue fusionado con la Ley Retamal en primera instancia, fue uno que apoyó toda la bancada socialista: “Siempre nos alineamos con el Gobierno en las votaciones en la Cámara, siguiendo la línea del Ministerio del Interior y de Justicia”, señala.

Entre los integrantes de Apruebo Dignidad en la referida comisión, surgieron muchas críticas porque Leiva aparecía alineado con la derecha y no habría atendido al llamado del Ejecutivo. Al respecto, Leiva sostiene que “no conocía la indicación antes de la sesión, nunca se me informó. Luego de analizarla, estimé fundamentalmente en contrario, votando en consecuencia”. 

Sobre su alineamiento con la derecha, el parlamentario dice: “No estoy alineado ni con la derecha ni con la izquierda, primero con el Gobierno y luego con la seguridad, que es la primera necesidad que tienen las y los ciudadanos de Chile”. Además, Leiva plantea que, cuando la población tiene miedo, “no se avanza y siempre ganan los conservadores, por eso hay que avanzar contra la percepción de inseguridad y considerar que la seguridad es un derecho humano que habilita otros derechos. Por eso, la izquierda no puede renunciar a la seguridad y al orden”, recalca.

Sobre el hecho de instalar la legítima defensa privilegiada, Leiva indica que el proyecto fue ingresado en octubre del 2022 y que era el único, en ese momento, que versaba sobre la regulación de la legítima defensa de las policías y agrega que esta ley no respondía a la misma redacción que presentaron ellos. El hecho de fusionarlas “fue una jugada que desarrolló Chile Vamos”, afirma Leiva, y manifiesta sentirse “responsable de hacer mi trabajo y de sintonizar con la necesidad de contar con mayor seguridad”. Además, desdramatiza el hecho de que Apruebo Dignidad se abstuviera o rechazara, pues “son diferencias legítimas, pero que yo no comparto”. 

El diputado socialista sostiene, además, que la legislación sobre seguridad es siempre perfectible, “pero es una materia que el propio Gobierno conocía y apoyó en el primer trámite de la Cámara de Diputadas y Diputados”. Ahora, está por verse la posición que las coaliciones de Gobierno mostrarán en la agenda de seguridad que está alojada en el Congreso y cuánto lograrán influir las recomendaciones del Ejecutivo en sus parlamentarios. 

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