El ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre, señaló que espera hacer una contribución distinta, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional del presidente Salvador Allende.
“Probablemente, nosotros tengamos que contribuir de mayor manera en el tema de la coordinación, pero aquí participan todos los ministerios. Y si recayó en Cultura, probablemente sea porque se consideró que esto es una conmemoración cultural también. Y al menos yo lo considero así: que está dentro de los ámbitos de la cultura”, afirmó, en entrevista con el diario La Tercera.
De Aguirre además expresó que el golpe de Estado “es uno de los acontecimientos más profundos y dolorosos que nos ha ocurrido. Y eso, indudablemente, es un tema cultural”.
“Este país nunca más va a ser igual al Chile que era antes del Golpe. Son cicatrices que nos enseñan, que todavía nos duelen, y con razón. No fue menor lo que vivimos. Por lo tanto, no es una fecha cualquiera. Atraviesa a todo el país y tiene impacto económico, social, político, cultural. Yo me imagino que por eso está radicado en un ministerio tan transversal como el nuestro”.
Grieta
Ante la consulta de si desde la cultura se cierra esa grieta en la sociedad, respondió:
“Sin duda que hay grietas que no se cierran fácil. Hay historias familiares, personales que aún tienen muy vivo ese dolor”.
También rechazó las críticas al proceso de reconciliación impulsado por la ex Concertación.
“Hay que tener cuidado con la mirada tan obsecuente que a veces se hace sobre el período de la Concertación. Fue un tiempo súper tenso, con momentos políticos realmente muy difíciles. ¿Qué le quiero decir con esto? Que este tema siempre nos ha tensionado como país. Se rodea de quién tuvo la culpa, de qué se hizo, de por qué se hizo. Es un proceso muy doloroso. Las heridas no se curan fácil, si es que se curan. No sé, habría que preguntar en Sudáfrica si el tema del Apartheid está completamente superado, o en Alemania…”, analizó.
En cuanto a si esa herida está abierta, aseguró que “menos abierta de lo que estuvo”.
“Hay generaciones que no lo vivieron. Hay un 73% de los chilenos y chilenas que no había nacido para el Golpe de Estado o que eran muy chiquititos. Digo esto porque la manera en que se conmemora tiene que ir evolucionando. Por eso nosotros estamos actuando sobre tres ejes: memoria, democracia y futuro. Yo aspiro a que como gobierno hagamos una contribución para dar un paso adelante. ¿O vamos a hacer lo mismo que hicimos para los 20, 30 o 40 años del Golpe? Creo que tenemos que hacer una contribución distinta”, dijo.
Disputa izquierda-derecha
En cuanto a las disputas entre la izquierda y la derecha sobre las responsabilidades del Golpe y los duros años de la dictadura, dijo que “la discusión sobre quién tuvo la culpa, cuándo comenzó, va a ser infinita”.
“Piensa tú que todavía no se resuelven las distintas visiones que hay entre o’higginistas y carreristas. ¿Y se va a resolver esto? Es imposible. Son temas que los países que maduran, que progresan y que se vuelven más reflexivos son capaces de ir administrando hacia el futuro de una manera cada vez más serena”.
También rechazó la idea de una historia oficial.
“Las historias nunca son oficiales. La historia se acerca, se aleja, tiene distintas explicaciones… Lo que nosotros queremos es iluminar un camino durante el año en que se conmemora el hecho más doloroso que ha vivido este país en el ámbito político y social”.
“Nunca he dejado mi historia de lado. Ni cuando estuve en la televisión ni cuando hice música. Tampoco ahora. Mi papá estuvo unos días en la isla Quiriquina (que fue un campo de detención en la dictadura). Tengo una hermana que fue exiliada. Son recuerdos que tengo muy presentes. Pero eso no impide hacer una contribución para que este país sea capaz de conmemorar y de proyectarse de una manera más madura”, aseguró.